El motivo por el que se originó el consumo canino se debió a las crisis económicas por las que atravesó China durante la guerra civil japonesa, pues en lugar de comer carne de vacuno u oveja, la población empezó a comer más carne de cerdo y de perro por ser mucho más baratas y abundantes, mientras que el número de habitantes en China no dejaba de aumentar.
Si son perros o gatos comunes, los envían casi siempre a los restaurantes, pero si son animales de raza los intentan revender como mascotas o exigen un rescate al dueño. He visto a gente desesperada pagar hasta mil dólares por recuperar a su perro explica el veterinario vietnamita que ha colaborado en la liberación de decenas de mascotas en
Nghia aconseja a las víctimas no pagar rescates para frenar estos delitos, pero es consciente de que la mayoría termina por ceder al chantaje con tal de reencontrarse con su animal favorito.
Estaba a unos metros de mí, delante de mi casa. Pasaba por allí un hombre muy bien vestido que iba hablando por el teléfono móvil. No sospeché de él por su buen aspecto. De repente, agarró a la perra, se subió a una a moto y desapareció".
Ya era de noche y no supe reaccionar, los vecinos lo vieron pero nadie pudo salir a perseguirle", relata con una voz apagada.
Están asociados con los secuestradores, llevan todos los animales al mismo mercado", protesta la
-Casi todos tenemos conocimiento de que a algunos chinos les encanta comer carne de perro, y un festival iniciado por ellos está generando polémica en el mundo entero, siendo condenado por las organizaciones protectoras de animales. Además, miles de internautas se movilizaron para protestar y demandar la cancelación del evento que tuvo lugar este mes de junio de 2015. El evento se llevó a cabo en la ciudad de Yulin, donde 10 mil perros fueron
vietnamita.
Tras una tensa negociación, acordó un pago de 250 dólares y llevó a su perra de vuelta a casa, pero la recobrada felicidad no duró demasiado.
Tres meses después, un día dejé a Gina salir a la puerta de casa y me despisté un momento. Cuando me di cuenta, la perra había desaparecido sin dejar rastro", rememora.
Consciente de que los delincuentes sabían que estaba dispuesta a pagar, pensó que negociaría mejor si dejaba pasar dos días antes de acudir al mercado de animales.
Fue un riesgo demasiado alto y no la volví a ver. Ya no quiero ni mirar sus fotos, me entran ganas de llorar. Al menos sé que al ser una perra de raza y de pequeño tamaño sería revendida como mascota y no como carne para los restaurantes", se consuela.
Es cierto que la Policía no se toma en serio estos delitos, dicen que tienen otras cosas que hacer, pero si todas las víctimas acudieran a denunciarlo cuando ocurre quizá cambiarían su actitud", sostiene el albéitar.
Los consideran como algo sucio porque están acostumbrados a verlos en la calle. Los niños se acostumbran desde pequeños a golpear a los perros porque es lo que ven hacer a sus padres", explica el experto.
Nghia advierte que no siempre ha sido así y recuerda que en varios pueblos del norte de Vietnam los vecinos se aliaron hace unos años para dar caza a los secuestradores de perros.
Nghia cree que la única manera de solucionar el problema a largo plazo es cambiar las mentalidades de los más pequeños y para ello intenta dar charlas por las escuelas, pero la misión no es sencilla.
Sólo puedo ir a colegios internacionales porque nunca me dejarían hacerlo en escuelas vietnamitas. Si me ven entrar con un animal, me echan", se lamenta.