Señor y Padre mío, Dios del cielo y de la tierra, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santo Santificador. Te adoro y te amo con todo el corazón. Te doy gracias por haberme creado, por haberme redimido, por haberme llamado a la fe católica y por haberme conservado durante esta noche. Te ofrezco en este día mi oración, mi trabajo y mi cansancio, mis sufrimientos y mis alegrías; haz que todo lo haga por amor a ti y según tu voluntad. Dame firmeza en la vivencia de mi vocación cristiana, paciencia en el sufrimiento, audacia en la confesión de mi fe, sabiduría en el camino de la vida, caridad en mis relaciones con los hombres. Líbrame del pecado y de todo mal. Que tu gracia esté siempre conmigo y con todos los que amo. Amén.