Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, tu te apareciste dieciocho veces a Bernardita en la gruta de Lourdes, para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la Oración, a la penitencia, a la Eucaristía y a la vida en la Iglesia.
Para mejor responder a tu llamado, yo me consagro por tus manos a tu hijo Jesús…
Hazme dócil al Espíritu Santo; y por el fervor de mi fe, por la manifestación de mi vida, por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje contigo en confortar a los que sufren, en el reconocimiento a los hombres, en trabajar por la unidad de la Iglesia, y por la paz del mundo.
Con toda confianza, oh Señora mía, yo te dirijo esta plegaria, y te pido que por favor la recibas y la atiendas. Amén.
Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros.
Santa Bernardita, ruega por nosotros.